jueves, 11 de abril de 2013

Muchas pequeñas alegrías suman un ALEGRÓN

A pesar de los pesares ,
 del bombardeo de malas noticias a diario,
a veces consigo sumar pequeñas alegrías
hasta que su resultado es un alegrón.








Ayer sin ir más lejos. Madrugué como hago de lunes a viernes.
Pero sobre la mesa encontré un regalito y una felicitación.

Al volver de la cocina con los cereales, mi retoño había añadido otro detalle.
Algo que carece de valor monetario pero que me hizo más feliz que el oro.
Algo hecho a mano, algo muy personal. 
Como una pequeña flecha de amor al corazón.

Me metí en el mar de las redes.
Una centena de amigos me felicitaron.
¿ Quien dice que en internet no hay vida real ?
Verdadera amistad.

Al volver de la compra hallé un par de cartas: más felicitaciones.

Me fui paseando hasta el centro. 
Despacito. Mirando el cielo. Mirando escaparates. Flores de colores.
Llegué a una gran librería.
Al estilo de las que hay por Barcelona,
todo puesto con gusto y detalle.

Subí las escaleras de madera.
Despacio. Sin prisa alguna.
Hojeé libros.
Adquirí algunos que me faltaban del gran Sampedro.

¡ Todavía me emociono al recordarle !
Pena, mucha pena.

¿ Porqué tú?

Bajé. Me acomodé en una pequeña mesa de madera.
Me gusta la madera. Más que el metal frío.

Un café y una magdalena.
Más bien un ovni con chocolate y naranja.

Leí un poco el diario: todo malo.

Volví por mis pasos hasta casa.

Preparé la comida. Sencilla. No quería tener que encender la vitro.
Aún así todo les gustó mucho.

Y luego paseo por mi barrio.
Gentes que van a hacer su compra al mercado. Tras la jornada laboral.
Laborar. Éso para todos por igual.

Mi chico que me dice : " Tú espérame aquí. Voy a preguntar algo ahí. "
Y tras toda una vida juntos, salió con el ramo más bonito y grande jamás regalado por él a mi pequeña persona.

13 rojas rosas.


Llegamos , entre lagrimas mías, a una tienda querida.
Entramos y nos recibieron como en casa.
Como siempre nos reciben allí.
Tan cálidas y buenas gentes.
Ayer uno más de esas gentes estaba allí de visita.
De esas personas que aprecias y quieres, pero que esta vida hace que sólo veas de vez en cuando.

Besos, besos. Abrazos, abrazos.
Rosas rojas sobre la mesa.
Cervezas, pasteles, risas, compañía.


¡ Espero te fuera muy bien el estreno de tu nuevo album, amigo, vecino!

Muchas pequeñas alegrías suman un día de diez.
Un alegrón del cien.




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