jueves, 20 de junio de 2013

Historias de la vida



Son historias de mi vida. Anécdotas. Unas cuantas que puestas juntas vamos a ver como suenan.
Todo es real.

1.- Trabajaba en una gran agencia de viajes. En un centro comercial del centro de Madrid. Era plena temporada alta. Junio. Las colas de gentes, de clientes, esperando a ser atendidos eran descomunales. No teníamos tiempo ni de ir al servicio. 
Yo estaba detrás de mi mesa de trabajo. Haciendo la reserva para una familia. Se iban a Mallorca, pongamos. La pareja me miraba teclear en el ordenador. No me hablaban ya, quizás para no distraerme. Todo muy serio. Estábamos en un micro mundo silencioso. Fuera, el barullo de los que esperaban. 
  Yo sentada. Girada de lado sobre las teclas. 
"PSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS" , se escuchó repentinamente. Fue un ruido sonoro y seguido. Cual ventosidad. A la vez mi silla giratoria comenzó a elevarse sola hasta dejarme con las rodillas por encima de la mesa.
Silencio. Y los tres, mis compañeros y todos a nuestro alrededor comenzaron a reír. Yo colorada cual tomate reventón.

"Fue la silla. No fuí yo." Las sillas a veces cobran vida.


2.- Agencia de viajes: Verano y gentío. Ni casi levantar la vista de los folletos y del ordenador. Unos clientes querían acceder a la mesa del fondo de la oficina. Otro compañero estaba allí. Yo amablemente les indiqué "pasen al fondo, por favor. El compañero les atenderá."
Los señores dieron dos pasos y se pararon. Mi miraban. Por el rabillo del ojo me di cuenta y les volví a repetir lo mismo "Pasen al fondo, por favor." 
Dos pasos y parados. De nuevo lo mismo ellos y  yo. Ya mosqueada me levanté y repitiendo lo mismo les acompañé unos pasos para darme cuenta que el compañero estaba atendiendo a otra pareja.


3.- Mostrador de RENFE: un señor grueso. Mal vestido. Con gafas de ver, de ésas que son como auténticas lupas para los ojos de los que las sufren. Boina.
- Buenos días señor. ¿ Qué desea?
- Hola. Quiero un billete para Mirinda de Ebro.     
Comenzar a chequear en el odenador y el personaje repetir "Sí Mirinda de Ebro".
La risa era tan grande que no pude con ella y amablemente me excusé. Me fuí corriendo al cuartito donde se amontonaban los folletos de vacaciones. "Ja,ja,ja,ja! Por favor atiende al señor de Renfe. Yo no puedo.Ja,ja,ja..." Mi compañero lo intentó. Y detrás de él varios más. Nadie pudo ponerse serio era tal el personaje en cuestión... Uno de los colegas tuvo que ocultarse debajo del mostrador en el hueco donde se ponen las piernas al estar sentado.





4.- PALABROS de clientes:  Vuelo Chandal (charter). Un crucero por el Nailo (Nilo). Pedir un viaje a  Palmas : tú especificar que puede ser Gran Canaria o Palma de Mallorca. Ellos reservar lo contrario. étc.

5.- Fuimos de vacaciones a La Gómera. Isla bella y abrupta. Al llegar al aeropuerto de Tenerife Sur debíamos coger el barco hacia la Gómera. Hablé con un colega que nos metería en el bus de los turistas y nos acercaría lo más posible al puerto. El bus fue parando por los diferentes hoteles de la zona y los clientes se fueron bajando a medida que llegaban al suyo. 
Último hotel del recorrido. El más cercano al puerto. Nos bajamos de bus. Nos sacaron las maletas y el botones salió a recibirnos. Eramos unos seis turistas. Nosotros cogimos nuestro equipaje y cuando el botones volvió a salir a la puerta del hotel, nos vió caminando en sentido opuesto a su establecimiento.
" Por favor, es por aquí ", señalaba al hotel. " Vuelvan, vuelvan, por favorrrrr !!!" Estaba pálido.

Mi chico y yo nos miramos. Yo le gritaba "No,nooooo!!"
Y al salir a la carretera cogimos un taxi hacia el puerto.


6.- En otra ocasión la isla visitada fue Lanzarote. Mi preferida sin duda. Trás toda la mañana de visitas y carreteras llegó la hora de comer. Estábamos en una aldea. Sólo había un pequeño restaurante. Un menú. Una terraza fuera. Un sol sofocante. Cervecita. Camarero. " A mi de primero la sopa de berros y de segundo el pescado." Yo no me acuerdo de lo que pedí pues fue hace unos veinte años ya.
Lo que si recuerdo, y nunca olvidaré, será que tras la cerveza y las aceitunas nos trajeron los primeros.
Pongamos que una ensalada para mi y para él la sopa verde. Sopa fría. "Raro", le dije yo. 
Vencido por el hambre él comenzó a comersela con la cuchara. Una cucharada, dos, tres. 
Yo la ensalada. Los paisanos comenzaron a salir a la puerta del restaurante. Salían de dos, de tres en tres. Nos miraban. Cuchicheaban. Se metían. Salían otros nuevos... Tras 10 minutos volvió el camarero y gritando con horror en sus ojos dijo : "¡ Pero que hase ! ¡ Esto es el mojo verde para el pescado !
- " Ya decía yo que estaba fría y salada la sopa de berros !

El ataque de risa me dura todavía hoy al recordarlo. Seguro que los paisanos de aquella aldea contaran a sus nietos " un día vino un tonto de la península y se comió a cucharazos el mojo..."





to be continued...


7.- De chinos.

Una señora china vino a la hora de la comida a la agencia de viajes. Entre 14 y 16:30 nos quedábamos unas 4 personas haciendo "guardia". La chinita vino y nos contó como pudo, no dominaba el castellano, que quería modificar las fechas de su billete de avión. Yo le expliqué que sólo si hablábamos con la companía aérea tal vez podríamos hacerlo.
Ella regresó a la hora indicada. Y al no encontrarnos a los mismos atendiendo y el compañero no decirle lo que ella quería " sí señora ahora le llamo yo a la compañía y todo arreglado", la mujer comenzó a gritar. Mi compañero le indicó que fuera ella a la cía. pues si no le cobraríamos la gestión. 
" Hombre grande jefe. Chica mentilosa! " Y así se pasó 10 minutos gritando hasta que se marchó.

 Ni el chico alto era el jefe, ni yo mentirosa.


Hoy mismo en casa: Llaman al telefonillo. Un hombre con acento chino me dice: " Caltelo. Abla puelta gracias."
 Yo le digo "usted no es cartero. ¿ Cartero de qué?"
 Él: " caltelo del banco."
Yo no le abrí. 
Se pilla antes a un chino mentiloso que a un mentiroso. 

8.- En casa.

 En dos ocasiones llamaron a la puerta de casa y yo corrí cual flecha a abrirla de par en par. Pensaba que era mi marido que volvía de trabajar.
- primer acto-

 " Riiing", abro corriendo y llego al recibidor con una sola zapatilla. Y grito " ya voyyyyy!!!" 
Era mi vecina con unos tiestos en la mano. 
- Uy, perdona que se me ha caído la zapatilla. - Yo
- Perdona, si te pillo en mal momento ya regresaré.- vecina
- No. No pasa nada. ¿ Qué querías? Perdona tú, es que estaba en el ordenador y pensé que eras Jose.
- No, que si quieres me marcho...
- ¿ Qué quieres, mujer?

La mujer toda colorada debió pensar como que yo estaba al lío con otro, o simplemente, loca.
Al final, la convencí, me dejó sus tiestos. Ella debió de creer que no los volvería a ver tan sanos nunca.

- segundo acto-

" Riiiing". Grito :
- Ya voy cariñoooooo.
" Zás", abro de par en par la puerta y asomé mis morros para dar un beso.
- Hola cariño. Uy perdón pensé que era mi marido sólo. 

El señor de la tintorería se río. Se puso sonrojado.
Yo también.

He de admitir que el estar magnetizada por internet provoca que salir de un mundo de risas y diversión, en muchas ocasiones, y ser despertada por la realidad provoque estas situaciones tragi-cómicas.


9.- En una terraza de verano:

Estabamos con unos amigos. Eramos dos familias con críos. Todo el día en la playa. La tarde los padres en el chiringuito de la playa.
- ¿ Qué, vamos a picar algo al pueblo?
" Sí " rotundo.

Llegamos a la terraza donde pretendíamos cenar. Tras preguntarnos el camarero que bebidas queríamos se marchó. Volvió con su bandeja repleta de vasos y botellas. Al servirme mi cerveza yo miré la marca y le grité: " Ostras casi es de mi mismo año !". Pobre hombre pegó un paso atrás y se quedó con cara de susto.


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