miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cuento de otoño.





Érase una vez un planeta bello. Muy bello donde todos podrían tener de todo. Nadie pasaría hambre ni sufrimiento. Pero unos pocos seres muy malos y necios, se apoderaron de los bienes y se dedicaron a crear injustas leyes para hacer sufrir al resto de seres. Crearon un sistema económico que creaba esclavos. Había mucho tipo de esclavitudes: del trabajo, del dinero, de una hipoteca, de la moda, del tabaco, del alcohol, de la fama, del poder, de su pareja, de sus complejos, de hacer el mal por placer, de la mentira y la extorsión, del latrocinio, de la Caca-cola, de las chuches, de los juguetes, de su religión, del sexo ... múltiples esclavitudes que les mataban lentamente a diario.  

En los últimos 3 años los que tenían el poder infligieron todo tipo de injusticias a sus ciudadanos. Leyes que ellos mismos se saltaban y modificaban a su antojo. Los poderosos robaron, mintieron, violentaron, se rieron y mearon en sus caras. Las caras de los ciudadanos fueron tornando en gris apagado. Paro, miedo, hambre, frío en las calles, desesperación. Los niños iban sin desayunar a clase. Las clases se volvieron frías y abarrotadas. Los profesores iban enfermos a trabajar por miedo a ser despedidos.
   Tampoco era un plato de gusto ir a urgencias. Los pasillos estaban atiborrados de enfermos que esperaban días y días ser atendidos por jóvenes en prácticas. Habían echado a los mayores profesionales que tuvo nunca el sistema de salud pública. En su lugar atendían gente joven y sin experiencia. Muchos de ellos enchufados del partido político en el poder. Todo fue privatizado. No tenían ni agua en los hospitales si no era pagada por los familiares. Pero el agua era lo de menos : tampoco tenían material en los quirófanos. Ni gente que supiera utilizarlo. No tenían ni medicinas. Muchos enfermos se comenzaron a morir en las calles. Los poderosos podridos por dentro y muertos por fuera, habían decidido en su magnánima comprensión y caridad cristiana - ellos decían ser cristianos - que la gente sin un papelito azul deberían morir sin atención médica. ¡ Total eran perros callejeros ! No poseían número de identificación en el país X . No eran números. No existían. Y lo que no existe no sufre. ¡ Grandes mentes pensantes !!

Los jóvenes sin trabajo emigraron en masa. Jóvenes muy cualificados pero infravalorados por los gobernantes zombies. Por los sociópatas sin alma. Los pobres chicos después de ser criados y estudiados en su país, eran echados al retrete. Los zombies es lo que tienen. Uno de ellos de repente se levantó una mañana y le pasó por la cabeza calva y hueca quitarles unas becas con el curso ya en marcha. Era un ser fétido y mal oliente.

Los viejecitos tuvieron que regresar a casa de los hijos o yernos pues los asilos y centros de día eran muy caros. Muchos centros eran cerrados. Su crisis que quisieron imponer para hacer lo que les salía de las pelotas a los zombies. Tanta pobreza se multiplicó por todo el país. Por todo el Planeta. Hijos de cuarenta-y-más volvieron con sus ancianos padres. Hermanos con hermanos. Todo se convirtió en pisos patera. A las pateras les pusieron mares embravecidos para que todos murieran en el viaje a un país corrupto de zombies. Los zombies también instalaron unas cuchillas para que los que intentaban colarse por una frontera terrestre murieran desangrados.

 ¡ Grandes mentes pensantes ! ¡ GRANDES DEMENTES PENSANTES! ¿ Qué podían pensar esos dementes? Nada bueno.

Todo estaba manga por hombro. La gente seguía religiosamente pagando sus impuestos para nada. No les daban ningún servicio mínimo. Ni Sanidad, Educación, Limpieza en sus calles, Transporte público, centros para gente dependiente. Lo único que les dieron fueron palos y palos si osaban salir a protestar a las calles. Impuestos vestidos de azul inundaron las ciudades. En ocasiones eran auténticos orcos.

Los dementes zombies zombies dementes nos invadieron las calles de impuestos azules y clónicos. Otros impuestos vestían como el resto de la gente y llevaban pequeños bolsitos en bandolera. Defendían a los zombies...

El miedo a perder lo poco o mucho que les quedaba a las buenas gentes se extendió como una gripe otoñal. Algunos estaban infectados desde el otoño pasado.

¡ es un señor muy puto el puto miedo!


El Planeta fue intoxicado por grandes piratas de las finanzas. Les llamaban  Corporaciones o Multinacionales a su barcos. Los piratas del aire, de la Tierra, del  mar y los ríos. Todo lo contaminaron a su paso. Cual caballo furioso de Atila. Y pensaron que todos eran tontos y que todo les pertenecía.


Un día del mes de Noviembre una pequeña mujer se despertó antes de lo habitual. Su gato la había obligado a abrir la ventana cercana a su cabecero. El aire entraba frío y pestilente. Ese mismo hedor fue el que la despertó. Se incorporó en su camita. Se puso las zapatillas y la chaqueta. Subió la persiana. Asomó su cabeza. Inspiró. Tosió. El hedor se adentró en su interior y chocó de lleno con su luz interior.

Fue la señal de que su Planeta estaba podrido hasta la saciedad. Ella ya no lo soportó ni un minuto más. Salió a la calle con el mayor amplificador nunca jamás visto. La gente que corría a algún lugar, pocos al trabajo ya, la miraron con asombro. ¿ Qué haría aquella pequeña mujer con aquel aparato tan descomunal?

    La mujer lo posó sobre una plataforma con ruedas y motor. Se subió a lo que era una especie de moto y encendió su motor propulsado por nubes y agua. Los acordes de una bella canción comenzaron a atronar a todos. A máxima potencia musical, se dijo a si misma. Algunos se taparon los oídos sin mucha moestia. Pero las malas gentes, esos zombies de gobernantes comenzaron a a quedarse sordos, a sangrar por sus pustulientos oídos. Sus muertos seres comenzaron a sangrar por dentro y por fuera con un gran dolor, y nadie les pudo ayudar pues nadie les quiso ayudar.

Ella no fue la única que salió con el mayor ampli del mundo y las más bellas canciones a desterrar a los corruptos seres que dejaron de hacer sufrir por placer.
Fueron millones los que salieron en manada ángelical a la vez. La belleza y bondad se apoderó del Planeta de nuevo. Todo fueron risas y caras alegres. Los cielos limpios. La Tierra limpia y sin contaminación, así comos sus ríos. Todo fue justicia, amor y libertad.

¡ Un gran concierto sin principio ni fin !



 

2 comentarios:

  1. si digo que me gusta me quedo corta. ENHORABUENA

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  2. Muchas gracias. A veces sientes la necesidad imperiosa de escribir. Esta mañana me volvió a ocurrir ;)

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