Música, Magia y efectos especiales.

Será que nunca antes estuve en un concierto de unas cuarenta personas.
Será que nunca antes  estuve sentada a los pies de los músicos, cual niña pequeña.
Será que nunca antes me había tocado una entrada gratis.
Será que la música en una pequeña sala multiplica sus efectos especiales en los que la disfrutan.
Será que la música es pura magia, y la de los Izal más.

Sería por esta suma de ingredientes, pero lo vivido y experimentado la tarde del 29 de abril,
fue una experiencia mística.
 Una sensación que hacía sentirme bañada por la vibrante música de los chicos de Izal. Fue un baño interno que me recorrió de fuera a dentro. De dentro hacia afuera.
Era una energía tan grande como buena. Una energía tan sólo experimentada al pasar Reiki a los demás. O cuando te pasan Reiki a ti.

Fueron seis temas. Que se multiplicaron en nueve.
Fue un rato que pareció eterno y fugaz a la vez.
Fuera que ellos son geniales y sencillos. El cúlmen del saber hacer ...

Fuera lo que fuera, lo cierto es que nunca voy a olvidar ese mini-concierto.
En el anterior me tocó estar en las alturas del recinto.
En éste a sus pies. 

Y al salir y ver una tarde tan gris y lluviosa, sentí salir de una mágia de colores y buenas vibraciones.


Gracias, Izal. Realmente hacéis magia y efectos especiales.

"Solo sobreviven en la música los que mejor soportan el tiempo invertido y no recompensado"

p.d. 20 de mayo: por fin encuentro los vídeos de aquella tarde mágica...