miércoles, 2 de mayo de 2012

Gracias a las buenas personas.

De uno de los pocos , o muchos, que tienen la posibilidad de hacer oir el malestar de los ciudadanos en estos tiempos tan inciertos. El entrañable Toni Garrido.


GRACIAS POR NADA

Hoy es el día de los trabajadores. Sí, 1 de mayo del año de Nuestro Señor. O mejor dicho, señora. Por más que no lo parezca, Angela Merkel es una señora.
Hoy celebramos el día del trabajo con un número récord de parados. Es un sistema raro este, ahora las estadísticas no se cuentan, se amortiguan, y la realidad no se narra, se amartilla... Solo podemos decir: gracias por nada.
Crisis, estamos en crisis. Los gobiernos no pueden acabar con la crisis, por lo que crece la idea de que la crisis acabará con los gobiernos. Izquierda, derecha, centro izquierda, centro derecha... el capitalismo no entiende de ideas. La crisis se lleva por delante a todos, y cuando los gobiernos hayan demostrado su total incapacidad para hacer frente a sus compromisos, ¿entonces qué? La clase política parece no darse cuenta de que sólo nos tiene a nosotros. Sus aliados, sus ciudadanos, sus sufridos contribuyentes. A su lado nosotros, y nosotros solo podemos darles las gracias por nada.
Antes ser trabajador era un derecho, ahora es una suerte. Incapaces, ignorantes, perdidos y asustados nos juntamos los unos frente a los otros. Juntos, pero rara vez unidos. Y eso que crece la idea de unidad frente a la adversidad, lo malo es que no sabemos quiénes son los nuestros. Miles de personas en las calles sin saber bien a quién gritar. Vale, el sistema es el culpable, pero ¿quién es el sistema? Nunca fue tan difícil disparar al enemigo. Nuestra ansiedad viaja en "business class", y lo más útil sería meter nuestro voto en una botella y lanzarlo al mar.
Hemos convertido a la ciudadanía en antihéroes, perdedores que creen que al menos cuentan con la simpatía de la clase política, pero en el fondo no simpatizan, nos compadecen. Antihéroes, sin mallas, sin capa. Nuestro superpoder es la paciencia. Salvaremos el mundo de sus amenazas por cansancio.
Amigos, por más que parezcan molinos, tengan por seguro que son gigantes. Gracias por nada.

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