Hace unas semanas hablaba con mi hermana Carmen y con mi ex, sobre si los humanos naciamos buenos o no, si era la vida la que nos hacía malos o por el contrario, nos moviamos gracias al amor. Carmen y yo así lo creemos, pero el ex, nos dijo que se nace malvado, que la vida no te hace, que se es. Así quedó la cosa, pero un tiempo después por un hecho terrible que ocurrió en mi vida, volvimos a recordar sus palabras, que nos confirmaron, que efectivamente no habrá paz para los malvados. Aun así, ahora que ha pasado un tiempo y que mi vida vuelve a seguir su camino, confirmo mi pensamiento se nace bueno y el amor nos hace seguir adelante, es el que nos salva, el que nos hace sonreir, el que nos educa, nos hace libres, nos da la vida, el que nos invita a la amistad, nos brinda los besos, abrazos, nos enamora... Incluso a la hora de morir nos sigue ayudando y enseñanado. Hay unas bellísimas palabras de José Saramago, sobre su abuelos que me llenan de ternura: "Cuenta el escritor José Saramago la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada. Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver. Esto para mi es AMOR.
Hace unas semanas hablaba con mi hermana Carmen y con mi ex, sobre si los humanos naciamos buenos o no, si era la vida la que nos hacía malos o por el contrario, nos moviamos gracias al amor.
ResponderEliminarCarmen y yo así lo creemos, pero el ex, nos dijo que se nace malvado, que la vida no te hace, que se es.
Así quedó la cosa, pero un tiempo después por un hecho terrible que ocurrió en mi vida, volvimos a recordar sus palabras, que nos confirmaron, que efectivamente no habrá paz para los malvados.
Aun así, ahora que ha pasado un tiempo y que mi vida vuelve a seguir su camino, confirmo mi pensamiento se nace bueno y el amor nos hace seguir adelante, es el que nos salva, el que nos hace sonreir, el que nos educa, nos hace libres, nos da la vida, el que nos invita a la amistad, nos brinda los besos, abrazos, nos enamora...
Incluso a la hora de morir nos sigue ayudando y enseñanado.
Hay unas bellísimas palabras de José Saramago, sobre su abuelos que me llenan de ternura: "Cuenta el escritor José Saramago la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada. Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver.
Esto para mi es AMOR.
Glez, Blen
Belén : al final pudiste dejar tu bello comentario. Muchas gracias por leerme y por compartir tu amor.
EliminarUn beso gordo... me emocionaste :)